Por: Ciro Salazar Valdivia, especialista técnico de la FCDS-Perú.
El pasado 11 de junio, las organizaciones de la sociedad civil DAR y FCDS-Perú, en alianza con la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), promovieron un espacio de diálogo y propuestas en el marco del evento internacional POLLEN 2024. Si bien lo que motivó dicho espacio fue la promulgación de la Ley n.° 31973 (modificatoria de la Ley Forestal), se buscó ampliar la discusión a diversos retos que afronta la gestión forestal y productiva en la Amazonía peruana.
Es ampliamente reconocido el esfuerzo que requiere el cierre de brechas de servicios públicos, así como el impulso al desarrollo productivo, particularmente en al ámbito rural, pues exige un enfoque integral y multisectorial, de tal forma que logren sinergias que permitan resultados tangibles para la población. Y esto es, precisamente, lo que la Ley n.° 31973 no hace, dado que se enfoca en contribuir a la formalización de pequeños productores agropecuarios en Amazonía sin considerar que, si bien esta es una demanda real que debe ser atendida, es poco efectiva para incrementar la productividad y el acceso al mercado de estos pequeños productores.
La asistencia técnica, la asociatividad, la educación y el acceso al crédito son factores que aportan más a incrementar la productividad, a dotar de resiliencia al pequeño productor ante el cambio climático y a facilitarle el tránsito a prácticas productivas sostenibles que reduzcan la degradación del bosque. Sobre este y otros temas vinculados se dialogó en este conversatorio, el cual tuvo la participación de diversos especialistas, funcionarios públicos y dirigentes indígenas.
Así, por ejemplo, el evento contó con la presencia del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), quien aportó el trabajo que viene realizando y los retos que tienen para cerrar la brecha de restauración de ecosistemas degradados, que asciende a poco más de 2 millones de hectáreas. En este caso concreto, la modificatoria de la Ley Forestal no se vincula a soluciones productivas para productores asentados en sitios degradados.
Desde la sociedad civil, DAR y SPDA mencionaron los riesgos de la modificatoria sobre comunidades indígenas en procesos de titulación y, particularmente, para los defensores ambientales, así como los retos pendientes para adecuar al Perú al nuevo reglamento europeo de deforestación. Sobre lo anterior, la Ley n.° 31973 no incorpora ninguna salvaguarda que impida facilitar la formalización de la propiedad de pequeños productores que han invadido territorios indígenas en proceso de titulación, ni siquiera promueve espacios de diálogo para que comunidades y productores puedan llegar a acuerdos.
Por otro lado, desde la Cámara Nacional Forestal se planteó la necesidad de actualizar el proceso de clasificación de tierras por su capacidad de uso mayor y dar mayor impulso a productores asentados en zonas ya deforestadas. Asimismo, desde la FCDS-Perú se brindo un análisis sobre el proceso de deforestación registrado en la Amazonía en los últimos 21 años donde, si bien aquella producida en parcelas menores a 2 hectáreas representa la mayoría (más asociada a economías de subsistencia y comercio local), actualmente existe una tendencia creciente de deforestación en parcelas mayores a 5 hectáreas: más vinculada a monocultivos, hoja de coca y otros.
Durante el evento, la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Madre de Dios alertó que la modificatoria de la Ley Forestal podría trabar procesos penales asociados a deforestación. En tanto, la organización indígena regional ORAU, de Ucayali, advirtió que la Ley n.° 31973 ya está promoviendo las invasiones en territorios indígenas, en un contexto donde las comunidades se ven amenazadas por el crecimiento del narcotráfico. De hecho, esta modificatoria no diferencia aquellos ámbitos con presencia de sembríos ilícitos de hoja de coca, los cuales podrán ahora acceder a un proceso de formalización de la propiedad, tal como lo alertó en el 2022 la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (Devida).
Esperamos que este espacio de discusión sirva de aporte al debate serio y sea tomado en cuenta por el Congreso de la República, que finalmente fue quien aprobó por insistencia esta modificatoria de la Ley Forestal.